viernes, 20 de noviembre de 2015

Del Lado Argentino



DEL LADO ARGENTINO

Si bien la Historia es un largo proceso de construcción colectiva conformado por los diversos aportes sociales, existen momentos en los que claramente podemos anticipar el curso de los acontecimientos una vez atravesada la encrucijada.
Estamos en uno de estos momentos.
Todos los que reciben esta carta, forman parte de colectivos de diversos orígenes sociales, culturales y políticos, pero que integran el listado porque en algún momento se priorizó focalizar intereses colectivos por sobre los individuales y discutir diferencias en el café.  Y estos intereses de los que hablo tienen que ver con la organización para la defensa de bienes culturales y patrimoniales de la CABA, que son definidos colectivamente marcas identitarias de esta ciudad   y de los que en ella vivimos.
A todos nos consta las duras luchas por el paisaje urbano, por nuestras calles adoquinadas, por los espacios verdes, por la belleza de nuestros barrios, muchas veces perdidas, como en el caso de la casa de Carriego, a manos de políticas que favorecen intereses empresariales, de mercado, por sobre la calidad de vida de los porteños y aun por sobre decisiones tomadas por la Justicia.
Hemos visto caer las paredes de la casa de Alfonsina, hemos visto lo que nunca habíamos visto en un Hospital, con el único objeto de liberar terrenos para la construcción, recordemos el Borda.
Entonces,  parados ante esta próxima elección, que nos plantea dos caminos posibles,  desde el Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas, queremos decirles que creemos que en este particular caso, no importa el candidato, los partidos políticos, la militancia o no en lo personal de cada uno.
Dos caminos tenemos enfrente, y tenemos que elegir, porque así lo marca la democracia que tan duramente conseguimos y sostenemos.  En uno de ellos las promesas de devaluaciones,  apertura de mercado, endeudamiento y  abandono de lo público, nos remiten a tristes tiempos no tan lejanos, que todos deberíamos tener presentes, ya que históricamente siempre es posible volver al horror.  No tenemos que imaginarlo: ya lo vivimos.
Por el otro lado, un camino en construcción,  que contempla el concepto de soberanía, y esto no es poco decir.   Un camino que se viene recorriendo, y que con mayores o menores acuerdos desde lo particular, no produjo la miseria de nadie: la medidas del crecimiento económico elaboradas en el seno del FMI dan cuenta de ello.
Por esto, nosotros, quienes integramos el Observatorio hacemos esta elección y queremos hacerla pública: elegimos en el sentido de la posibilidad de la construcción, en el sentido de la participación social efectiva y verdadera, elegimos derechos colectivos por sobre prioridades del mercado, elegimos la posibilidad de proteger nuetro patrimonio y cultura en todos los rincones de la Argentina, porque perdido esto, lo perdemos todo.
Votamos a favor de la Argentina y de todos los argentinos: este domingo, votamos con la escarapela puesta.






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